Nada más ilusorio, la primera novela de Marta Pérez-Carbonell, ha generado un fenómeno literario incluso antes de su publicación, con derechos vendidos en ocho países. Este debut, editado por Lumen en 2024, presenta una historia profunda y envolvente que explora la fina línea entre lo real y lo ficticio, adentrándose en el complejo terreno de la moral en la literatura. La novela es una obra maestra introspectiva que obliga al lector a cuestionarse la naturaleza de los relatos que nos contamos y los límites éticos de la creación literaria.

Es una novela que me ha gustado precisamente por el tema de los límites éticos a la hora de la creación novelística. Es decir, lo que te cuentan como secreto ¿se puede difundir en una obra de ficción? y ¿hubiera ocurrido los mismo si la novela de Terry, «Rocco» hubiera transcurrido en otra época o utilizando un género no realista?

La trama se desarrolla durante un viaje nocturno en tren de Londres a Edimburgo, donde la protagonista, Alicia, se ve acompañada por dos desconocidos en el mismo compartimento.. Estos hombres, Terence, un escritor maduro, y su joven amigo Bou, entablan una conversación que poco a poco se torna en una exploración profunda de sus vidas y los secretos que guardan. Terry narra su ambigua relación con un joven llamado Hans, quien, después de compartir con él los dolorosos detalles de su infancia, se ve reflejado en una novela que Terry publica posteriormente. Este hecho desata un debate sobre la ética de utilizar experiencias personales ajenas como material literario, planteando preguntas inquietantes sobre los límites de la ficción y la responsabilidad del escritor.

La habilidad de Pérez-Carbonell para construir una narrativa en la que lo real y lo imaginario se entrelazan de manera sutil es uno de los puntos fuertes de Nada más ilusorio. La novela, que se despliega como una matrioska, presenta historias dentro de historias, todas ellas cargadas de traición, pérdida y culpa. La autora consigue tejer un relato complejo y lleno de matices, en el que cada personaje es un reflejo de los dilemas morales que enfrentamos en nuestras propias vidas. El lector se ve arrastrado por la necesidad de Alicia de descubrir qué ocurrió realmente entre esos dos desconocidos y cómo esos relatos afectan su propia vida.

Uno de los temas centrales de la novela es la cuestión de la responsabilidad en las relaciones humanas, especialmente cuando se cruzan las fronteras entre lo personal y lo público. A través de la historia de Terry y Hans, Pérez-Carbonell explora las complejidades de la culpa, la traición y la redención, interrogándose sobre si es posible alcanzar una verdad absoluta en un mundo donde cada individuo tiene su propia versión de los hechos. La estructura no lineal de la novela, con capítulos que alternan entre diferentes perspectivas y tiempos, añade una riqueza y profundidad que requiere del lector una atención especial, recompensada con una experiencia literaria inmersiva.

El estilo narrativo de Pérez-Carbonell es elegante y cuidado, con un uso del lenguaje que destaca por su sutileza y precisión. A lo largo de sus páginas, la autora consigue mantener al lector en un estado constante de intriga, mientras construye un ambiente casi onírico en el que la vigilia y el sueño, lo real y lo ilusorio, se mezclan de manera indistinguible. 

A pesar de su complejidad, la novela no se siente pesada ni abrumadora. Al contrario, su ritmo, que evita tanto la lentitud como la precipitación, permite al lector disfrutar de cada momento sin perder la tensión narrativa. 

En resumen, Nada más ilusorio es una novela que destaca tanto por su profundidad emocional como por su estilo literario. Marta Pérez-Carbonell ha logrado crear una obra que no solo invita a la reflexión, sino que también deja una marca en el lector. 


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