Naturalezas muertas con minerales (Kaótica Libros) es una colección de trece relatos donde Lola Robles despliega su habilidad para transitar la frontera entre lo real y lo especulativo. El libro funciona como un pequeño laboratorio emocional y sensorial: cada relato es una pieza independiente, pero todos comparten una sensibilidad común hacia lo natural, lo simbólico y lo íntimo.


Robles se mueve con soltura entre registros: lo fantástico, la ciencia ficción suave, el realismo reflexivo e incluso lo onírico. Sin forzar los límites de ningún género, consigue que cada historia tenga una atmósfera propia, a veces inquietante, otras delicada, siempre evocadora. La naturalidad con la que conviven lo familiar y lo insólito es una de sus mayores virtudes.

Técnica narrativa: precisión, economía expresiva y lirismo

La escritura de Lola Robles en este libro se caracteriza por:

1. Economía expresiva con densidad emocional

Los relatos son breves, pero no ligeros. La autora utiliza un lenguaje preciso, sin artificios, que aun así logra transmitir una notable profundidad emocional. Cada palabra parece colocada con intención, y ello contribuye a que el impacto del relato llegue sin sobreexplicaciones.

2. Construcción atmosférica

Robles trabaja la atmósfera desde pequeñas imágenes, detalles sensoriales y un uso muy eficaz de la metáfora natural. Los minerales y elementos de la tierra actúan a menudo como símbolos, detonadores o espejos de los estados internos de los personajes. Esto ofrece al lector una experiencia plena, casi táctil.

3. Punto de vista íntimo

Muchos relatos utilizan narradores que se mueven en la esfera emocional o introspectiva, lo que crea una cercanía inmediata. La autora privilegia personajes que sienten, dudan, se transforman; no tanto héroes como figuras vulnerables en tránsito.

4. Ritmo cuidado y final abierto

Robles suele optar por un ritmo contenido, casi meditativo. Evita los giros bruscos: prefiere revelaciones suaves, que se deslizan entre líneas. Los finales —a menudo abiertos o sugerentes— invitan a la reflexión y prolongan el eco del relato más allá de la página.

5. Integración orgánica de lo especulativo

La ciencia ficción y lo fantástico aparecen sin estridencia: brotan de los personajes, no de la espectacularidad. Lo extraordinario está al servicio de lo íntimo, una marca autoral reconocible en la obra de Robles.

Un conjunto coherente y emocionalmente resonante

Cada relato se sostiene por sí mismo, pero juntos componen una constelación de experiencias que dialogan entre sí: transformaciones, vínculos con la naturaleza, silencios que pesan, miradas distintas hacia la identidad y la alteridad. El libro destaca por su equilibrio entre sensibilidad, imaginación y una técnica narrativa depurada que nunca distrae, sino que acompaña.

Conclusión

Naturalezas muertas con minerales es un libro que nos recuerda la gran narradora que es Lola Robles. Su técnica combina precisión, lirismo y una construcción atmosférica impecable, logrando que cada relato deje una impresión duradera. Ideal para lectores que buscan relatos breves pero intensos, donde la ficción especulativa se entreteje con lo humano de manera delicada y poderosa. Un libro muy recomendable con el que he disfrutado mucho.


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