Cuando la supervivencia se sazona con humor y derrota

Paco Gómez Escribano vuelve a su territorio natural: el barrio. Ese escenario que conoce como nadie, donde la dignidad se gana a pulso y el fracaso no impide seguir caminando. En 5 Jotas lo hace con su inconfundible mezcla de ternura, crudeza y humor, narrando la historia de unos perdedores entrañables que se empeñan en seguir dando guerra.


Al Charli, un tipo duro con un pasado repleto de delitos y drogas y un presente sin futuro que compensa con alcohol y cigarrillos, le han dado un soplo. Como en otras ocasiones, busca al Banderines, su antiguo colega y compinche, con idéntico pasado pero con un cociente intelectual que le ha servido para ejercer de cerebro en otros golpes. Esta vez, al Charli le va a costar convencerlo: se trata nada menos que de robar jamones. Pero, tras confirmar que el botín no es desdeñable, el Banderines accede.

Para el atraco necesitarán un amplio elenco de expertos del crimen, así que mientras el Banderines planea el golpe, el Charli irá reclutando una banda de lo más pintoresca. Un golpe así no se organiza de la noche a la mañana y el resultado puede ser imprevisible. Pero un atraco así —una idea tan absurda como humana— solo podía concebirlo Paco Gómez Escribano, un autor que retrata como pocos las periferias y a quienes viven en los márgenes, con un pulso que combina ternura, fatalismo y una sonrisa torcida.

El autor mantiene su estilo inconfundible: voz narrativa directa, lenguaje de la calle, frases que parecen salidas de una conversación en el bar o en un taller. Escribano no decora; deja que hablen los personajes, y en esa naturalidad está su fuerza. Sus diálogos suenan vivos, llenos de humor y melancolía, de un ritmo que atrapa porque huele a verdad.

A diferencia de Narcopiso, donde la miseria y la desesperación dominaban el ambiente, 5 Jotas introduce una veta de humor y ligereza, sin perder el trasfondo trágico. Es una historia más luminosa, casi entrañable dentro de su sordidez, porque se cuela en ella una nostalgia de barrio, de camaradería y de sueños imposibles.

Paco Gómez Escribano demuestra que no hacen falta grandes golpes para construir una buena novela negra: basta con un jamón de pata negra, (más de uno, en realidad), unos colegas del extrarradio y una vida que ya no tiene nada que perder. En esa sencillez, en ese equilibrio entre picaresca y ternura, reside la autenticidad de su literatura.

5 Jotas es una historia sobre la amistad, la supervivencia y el ingenio de quienes resisten a los márgenes. Una novela breve, ágil y humana, donde el humor sirve para hacer soportable la derrota.


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