Traducción de Pilar Ramírez Tello | La Biblioteca de Carfax, 2021

Hay libros de terror que buscan incomodar, y hay otros que te zarandean sin pedir permiso. Esto no es para vosotros y otras historias, de la canadiense Gemma Files, entra de lleno en la segunda categoría. Es una colección de siete relatos oscuros y desafiantes, en los que la autora no teme ser cruda, explícita o excesiva. Arranca con fuerza y no afloja en ningún momento.


El libro se abre con un prólogo escrito por la propia autora, que resulta revelador. Allí expone dos conceptos clave que atraviesan toda la antología: las cicatrices como superpoder y el orgullo del monstruo. Ambos funcionan como ejes temáticos de los relatos y nos preparan para un tipo de terror muy físico, marcado por lo corporal, pero también simbólico. Con estos elementos, Files levanta mundos atravesados por creencias violentas, mitos arcaicos y saberes ocultos, en los que la magia es extraña, despiadada, y casi siempre está teñida de dolor.

Gemma Files emplea una técnica narrativa versátil y atmosférica, que combina la imaginería inquietante con una prosa precisa, a menudo enraizada en lo sensorial. Sus relatos alternan entre narradores en primera, segunda y tercera persona, lo que le permite explorar distintas perspectivas emocionales y psicológicas. Files domina el arte de sugerir más que mostrar, cultivando una tensión constante basada en lo no dicho, en lo que se intuye o se teme. Además, incorpora con naturalidad materiales extratextuales —como correos electrónicos, informes o grabaciones— que amplifican la sensación de verosimilitud dentro de lo fantástico, y que enriquecen la textura narrativa al acercarla al lenguaje de lo documental. Esta hibridez entre formas narrativas tradicionales y recursos contemporáneos convierte sus historias en artefactos inquietantes y modernos.

Los relatos, a pesar de su variedad, comparten una misma mirada que conjuga lo íntimo con lo macabro. En Los viejos huesos del emperador, por ejemplo, se nos presenta la historia de Timothy Darbersmere, cuya infancia en China estuvo marcada por una mentora cruel y seductora. Aquí, la evocación de un ritual siniestro, que jamás llega a mostrarse del todo, logra un efecto poderoso: lo inquietante proviene de lo que se insinúa más que de lo que se narra. Es un relato cargado de historia, obsesión y trauma.

En Little Ease, acompañamos a Ginevra, exterminadora y expresidiaria, que debe enfrentarse a una plaga en un edificio degradado. Lo que parece un trabajo desagradable más se transforma en un descenso simbólico —y casi físico— hacia el encierro, el terror cósmico y la pérdida de sentido. Las creencias místicas se mezclan con los miedos personales de la protagonista en una historia con ecos claustrofóbicos y visiones perturbadoras.

Ajuar funerario destaca por su ambientación: un equipo de arqueólogas descubre restos inhumanos en una tumba indígena del Canadá profundo. Entre ellas, Aretha Howson, una mujer trans, comienza a tener sensaciones inexplicables. Este cuento explora la otredad y la monstruosidad desde una perspectiva dual: lo monstruoso no está solo en lo que se desentierra, sino también en cómo se mira lo diferente. Su atmósfera recuerda a Midian, de Clive Barker, ese lugar en el que los monstruos encuentran un hogar.

Uno de los relatos más singulares es Todo lo que te enseño son pedazos de mi muerte, escrito a cuatro manos junto a Stephen J. Barringer. Aquí, la narración se fragmenta en correos, transcripciones de vídeo, informes, artículos y chats. Una especie de versión digital de los diarios de Drácula, adaptada a los tiempos de los creepypastas.

En Cabellos, una joven busca el retrato perdido de una antepasada relacionada con un oscuro episodio de esclavitud. El relato, narrado en segunda persona, se mueve entre el lirismo poético y la venganza mágica. La figura central es la de Marceline Bedard, nieta de una esclava, que utiliza rituales ancestrales para llevar a cabo su justicia. Hay aquí ecos de lo lovecraftiano, pero también un enfoque más terrenal, político, y de redención familiar.

Todo ángel plantea un escenario casi cinematográfico: un mafioso con delirio místico encarga capturar a un ser alado que cree un ángel. El relato combina acción, violencia, y referencias al imaginario bíblico distorsionado.

El cuento que da título a la colección, Esto no es para vosotros, cierra el volumen. Trata sobre una secta de mujeres asesinas que actúan en nombre de una fe violenta. Gorgo, la protagonista, no cree en nada salvo en su necesidad de matar. La historia plantea cuestiones complejas sobre género, violencia y deseo, sin ofrecer respuestas fáciles. Aun dentro de su crudeza, hay un espacio reivindicativo —también inclusivo, con presencia de una mujer trans en el grupo— que convierte al relato en un manifiesto incómodo, pero lúcido: un canto al monstruo que sobrevive y se organiza.

En todos estos relatos se cuelan referencias a rituales arcanos, leyendas populares, supersticiones olvidadas y saberes marginales. Files no solo narra el horror: lo documenta, lo codifica, lo hace creíble. Esa erudición oscura, que huele a bibliotecas húmedas y a textos malditos, es parte del encanto del libro.

Descubrí esta recopilación de relatos en el esta colección en el festival Celsius 232 y me alegro de haberla comprado. Ha sido todo un descubrimiento. Gemma Files escribe un terror literario, sucio y complejo, que te deja marcas.


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