Cada 31 de mayo se conmemora el nacimiento de uno de los grandes renovadores de la poesía universal: Walt Whitman (1819-1892). Poeta, ensayista y periodista estadounidense, Whitman transformó el lenguaje lírico del siglo XIX con una voz radicalmente nueva, celebratoria y profundamente democrática. Su obra más célebre, Leaves of Grass (Hojas de hierba), no solo marcó un antes y un después en la literatura de Estados Unidos, sino que también abrió las puertas a la poesía moderna.
Un poeta para todos
Nacido en West Hills, Nueva York, Whitman creció en una familia humilde y comenzó a trabajar desde muy joven en imprentas y redacciones de periódicos. Esta cercanía con el pueblo común, el lenguaje cotidiano y los problemas sociales se reflejaría después en su poesía. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, no adoptó un estilo refinado o aristocrático: su poesía es directa, exuberante y libre, tanto en forma como en contenido.
Leaves of Grass: una obra en expansión
Publicado por primera vez en 1855 y revisado a lo largo de toda su vida, Leaves of Grass fue concebido como un organismo vivo, en constante crecimiento. En sus versos, Whitman canta al cuerpo, al alma, a la naturaleza, a la sexualidad, a la nación y a la experiencia individual. Rompió con las convenciones métricas, apostando por el verso libre, lo que le valió críticas y rechazo en sus inicios, pero también lo convirtió en un visionario.
Uno de sus poemas más conocidos, Song of Myself (Canto a mí mismo), encarna su idea del «yo» como una entidad múltiple, abierta al otro, que se funde con el universo:
“Yo me celebro y me canto a mí mismo,
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
Porque lo que tengo lo tienes tú,
Y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.”
El poeta de la democracia
Para Whitman, la poesía debía reflejar el espíritu democrático de los Estados Unidos. Admiraba la diversidad de su pueblo y creía que la voz del poeta debía ser inclusiva, capaz de abarcar todas las razas, géneros y clases sociales. Su obra no solo fue un canto al individuo, sino una utopía poética del colectivo: una nación donde todos pudieran ser vistos y escuchados.
Legado e influencia
Aunque en vida recibió tanto admiración como escándalo, con el tiempo Whitman se consolidó como una de las figuras fundacionales de la poesía norteamericana. Autores como Allen Ginsberg, Langston Hughes, Federico García Lorca y Pablo Neruda lo reconocieron como una influencia esencial. En el siglo XX, su visión del cuerpo, del yo y de la libertad personal conectó especialmente con los movimientos contraculturales y libertarios.
Un poeta para hoy
En un mundo dividido, la poesía de Whitman sigue siendo una llamada poderosa a la unión, la empatía y la celebración de la vida. Sus versos nos recuerdan que el arte puede ser al mismo tiempo profundamente personal y radicalmente universal. Este 31 de mayo, recordar a Walt Whitman es también recordar que la poesía puede ser un acto de amor hacia el otro y hacia el mundo.
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