En el vasto mundo de la literatura juvenil fantástica, donde los dragones, las profecías y los elegidos siguen cautivando a generaciones de lectores, La leyenda de los nueve jinetes: El origen (Editorial Chocolate, 2024) se abre paso como una apuesta nacional que merece atención. Es la primera novela publicada de Elisa Rodbal, quien nos presenta un universo con reglas propias, amenazas ancestrales y un grupo de adolescentes destinados a cambiar el rumbo de su mundo.
Un pueblo, una profecía, nueve destinos
La historia se sitúa en Villacastela, un pueblo aparentemente tranquilo donde una leyenda antigua predice el nacimiento simultáneo de nueve jinetes, cuyas almas estarán entrelazadas con un dragón. Este vínculo no es solo simbólico: compartirán poderes, emociones y un destino común. Su misión es proteger el mundo de la Sílfide, un ser oscuro que ya ha empezado a moverse en las sombras.
Rodbal construye una trama coral con personajes adolescentes que deben descubrir quiénes son, qué pueden hacer y por qué han sido elegidos. La tensión entre lo cotidiano y lo extraordinario está muy bien lograda, y el despertar de los poderes mágicos funciona también como metáfora del crecimiento personal y la formación de la identidad.
Técnica narrativa: una mirada desde dentro
La historia está narrada principalmente en primera persona por Luna, una de las jóvenes elegidas, lo que aporta al relato una voz íntima, emocional y muy próxima al lector. De forma ocasional, la narración cambia de manos: su hermano Mateo toma la palabra en algunos fragmentos, lo que enriquece la perspectiva del relato sin romper la coherencia emocional. Esta alternancia narrativa es uno de los aciertos técnicos del libro, ya que permite explorar el conflicto desde dos sensibilidades distintas, a menudo complementarias. La autora estructura el relato de manera lineal, con capítulos bien medidos que dosifican el misterio, la acción y el desarrollo de los vínculos entre los protagonistas.
El estilo es directo y accesible, adecuado para lectores a partir de los 12 o 13 años, pero sin caer en la simplificación. El léxico es rico y variado, y se agradece la atención al ritmo narrativo: no hay rellenos ni escenas innecesarias. Además, los diálogos fluyen con naturalidad y reflejan bien las emociones y edades de los personajes.
Magia, vínculos y un mundo que empieza a desplegarse
Uno de los aspectos más atractivos de la novela es cómo representa el vínculo entre los jinetes y los dragones: no como una herramienta, sino como una simbiosis emocional y mágica. Esta conexión profunda entre los protagonistas refuerza temas clave como la amistad, el sacrificio y la confianza mutua. También plantea interrogantes interesantes: ¿puede alguien tener poder sin pagar un precio? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de un elegido?
Aunque La leyenda de los nueve jinetes es solo el primer tomo de una saga, ya se vislumbra un universo rico en criaturas, historia y conflictos. Los antagonistas —especialmente la Sílfide— están aún en fase de presentación, pero dejan entrever un trasfondo oscuro y complejo que seguramente se explorará más adelante.
Conclusión
La leyenda de los nueve jinetes: El origen es una novela juvenil de fantasía que cumple con creces su objetivo: entretener, emocionar e invitar a seguir leyendo. Elisa Rodbal demuestra una voz narrativa sólida, una imaginación bien canalizada y un sentido claro del ritmo. Ideal para lectores jóvenes que disfrutan de historias de magia y valentía, y también para adultos que no han perdido el gusto por las grandes aventuras con alma.
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