Publicada por entregas entre 1909 y 1910, El fantasma de la Ópera de Gaston Leroux es una novela que ha trascendido su tiempo y su contexto para convertirse en un mito moderno. Mezclando elementos del folletín, el romance gótico y la crónica periodística, la historia del genio desfigurado que habita en los sótanos de la Ópera de París ha sido adaptada en innumerables ocasiones al cine, la televisión, el teatro musical… y también al cómic. Este artículo compara la novela original con sus principales adaptaciones visuales, analizando cómo ha evolucionado la figura del Fantasma y cómo cada medio ha reimaginado su historia.


La novela original

El fantasma de la Ópera fue publicada originalmente como folletín en el diario Le Gaulois y luego como novela en 1910. Su autor, Gaston Leroux, fue periodista y escritor de misterio, y se inspiró en hechos reales ocurridos en la Ópera Garnier de París —como la caída de una lámpara de araña en 1896— para construir una historia que mezcla realidad y ficción en una estructura híbrida entre crónica, romance gótico y relato detectivesco.

La novela gira en torno a Erik, un misterioso ser desfigurado que vive en las profundidades de la ópera y que se obsesiona con la joven soprano Christine Daaé. A través de una narrativa polifónica, con documentos, testimonios y distintos puntos de vista, Leroux va tejiendo una intriga donde el amor, la música, la muerte y el misterio se entrelazan.

Personajes principales:

  • Erik, el Fantasma: genio musical, arquitecto y asesino ocasional. Su rostro desfigurado y su alma atormentada lo convierten en una figura trágica.
  • Christine Daaé: joven soprano, huérfana, dividida entre el miedo, la compasión hacia Erik y el amor por Raoul.
  • Raoul de Chagny: noble enamorado de Christine, representa el amor tradicional y la racionalidad frente a lo monstruoso.

Temas fundamentales: la belleza y la fealdad, el arte como redención y como maldición, el amor no correspondido, el aislamiento social, y el poder simbólico de la Ópera como laberinto físico y psicológico.

Aunque la novela no fue un gran éxito inicial, su popularidad creció gracias a las adaptaciones cinematográficas posteriores, especialmente la de 1925, y desde entonces ha dado lugar a múltiples recreaciones.

Adaptaciones cinematográficas y teatrales

A lo largo del siglo XX y XXI, El fantasma de la Ópera ha sido objeto de múltiples adaptaciones visuales. Algunas de las más significativas incluyen:

  • 1925 – Rupert Julian, con Lon Chaney: película muda que captó el tono gótico de la novela. El maquillaje de Chaney es icónico, y la atmósfera opresiva sigue siendo una de las más fieles al texto original.
  • 1943 – Arthur Lubin, con Claude Rains: introduce un origen más humano para el Fantasma, vinculado a un accidente, y subraya el componente musical y sentimental.
  • 1962 – Terence Fisher (Hammer Films): da al personaje una dimensión más melancólica, propio del cine de horror psicológico.
  • 1986 – Musical de Andrew Lloyd Webber: la adaptación más influyente, que transformó al Fantasma en un héroe romántico. Su música, escenografía y tono épico redefinieron la historia para las nuevas generaciones.
  • 2004 – Joel Schumacher: adaptación cinematográfica del musical, que enfatiza el melodrama, el erotismo y la estilización barroca.

Cada versión refleja su contexto: el Fantasma de Chaney es un monstruo gótico, el de Webber es un alma torturada, el de Schumacher un amante maldito. La historia se ha reinterpretado de forma constante, según las sensibilidades estéticas y emocionales de cada época.

Adaptaciones al cómic y novela ilustrada

El universo gráfico ha reinterpretado El fantasma de la Ópera en múltiples formas: desde adaptaciones fieles a la novela hasta versiones inspiradas en otras manifestaciones como el musical. Este medio permite explorar lo visual, lo simbólico y lo emocional del relato con enorme plasticidad. Algunas de las versiones más relevantes incluyen:

  • Bernie Wrightson (1990): adaptación gótica y cercana al espíritu de Leroux. El estilo detallista y sombrío de Wrightson refuerza el horror emocional del personaje.
  • Marvel Illustrated (2007), por Roy Thomas y Mike Kaluta: versión fiel al texto original, con narrativa clara y estética victoriana. Publicada en español por Aleta Ediciones, en una edición que destaca por su fidelidad y belleza.
  • Aleta Ediciones (2023)El fantasma de la Ópera: la novela gráfica del musical de Andrew Lloyd Webber: basada en la versión teatral, con guion de Cavan Scott e ilustraciones de José María Beroy. Capta el tono lírico y emocional del musical, ideal para fans del escenario.
  • Manga de Yozaburo Kanari y Kaoru Shintani (2001): adaptación japonesa con tintes shōjo, donde el drama romántico tiene mayor protagonismo.
  • Cristina Mormile – Il fantasma dell’opera (2008): novela gráfica italiana con una mirada delicada y emocional.
  • Campfire y Classical Comics: adaptaciones educativas y accesibles para público juvenil, diseñadas para facilitar la lectura en contextos escolares.
  • Impedimenta – El fantasma de la ópera ilustrado por Agustín Comotto (2022): edición de lujo que conserva el texto completo de Leroux, con ilustraciones que capturan la dimensión melancólica y trágica del relato.

Estas ediciones muestran cómo el mito se adapta a distintos lenguajes gráficos: desde el horror visual hasta el lirismo melancólico, pasando por lo romántico y lo pedagógico. Aleta e Impedimenta, desde el ámbito editorial español, han contribuido significativamente a esta relectura visual.

  • Personajes: el Erik literario es más ambiguo y oscuro. Las adaptaciones tienden a redimirlo, suavizarlo o romantizarlo. El cómic y la ilustración ofrecen versiones más variadas: desde el monstruo hasta el amante trágico.
  • Tono y género: la novela mezcla terror gótico y drama romántico. El cine osciló entre el horror y el melodrama. El musical apuesta por la emoción épica. El cómic permite exploraciones personales y estilísticas.
  • Narrativa: Leroux propone una estructura fragmentaria e indagatoria. Las adaptaciones suelen simplificar la historia en una línea narrativa continua. El cómic se adapta con libertad, combinando ritmo visual y síntesis textual.
  • Finales: en la novela, Erik muere en el anonimato, redimido por la compasión de Christine. Las adaptaciones oscilan entre la tragedia, la redención y la ambigüedad emocional.

El legado del Fantasma

El Fantasma ha pasado de ser un villano gótico a un símbolo del artista incomprendido, del amor imposible y de la belleza escondida tras la máscara. Su figura se asocia a temas como la marginación, el poder del arte, la pasión destructiva y la identidad oculta. Christine, por su parte, ha evolucionado de doncella pasiva a mujer dividida entre dos mundos: el real y el subterráneo, la luz del escenario y la sombra del genio.

La Ópera de París sigue siendo un personaje en sí misma: escenario barroco, laberinto simbólico, lugar de ascenso y descenso, de espectáculo y encierro. Como mito moderno, El fantasma de la Ópera continúa interrogando nuestros deseos y miedos más profundos.

Conclusión

La novela de Gaston Leroux es una obra rica y compleja, que ha servido de base para una multiplicidad de relecturas. Sus adaptaciones visuales, lejos de ser meras versiones, son nuevas obras con entidad propia. Cada formato —cine, musical, cómic, novela ilustrada— ha resaltado distintos aspectos del mito: el horror, el amor, la tragedia, la belleza, la exclusión.

El fantasma de la Ópera no deja de renacer porque encarna lo que más nos inquieta: el rostro oculto del genio, la pasión que sobrepasa los límites y el deseo de ser amado incluso en la sombra.


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