La literatura tiene la capacidad de hacernos recordar lo que creíamos olvidado. Y en su primera novela, Los secretos del olvido, el periodista y músico Joaquín Hernández nos demuestra que, a veces, basta una melodía para rescatar una historia dormida.


Compré esta novela porque el autor me cayó simpático y ha había coincidido otras veces con él pero la verdad es que en ese momento no estaba para leer una vez más novelas del pasado en la que aparecen secretos que normalmente nacen de una historia de amor prohibido. Pero ya se sabe, todo está escrito y lo que cambia es el cómo está escrito. Y escribo está reseña porque me ha gustado y me ha emocionado, porque mi madre también tenía alzhéimer y empatice mucho con la historia pero eso no fue todo. Me encontré una historia de amor, no solo entre parejas, sino el amor en su concepto más amplio que abarca la lectura y la música y, por si fuera poco se nombraba a Beethoven y aparecía El fantasma de la Ópera. Era una novela que parecía escrita para mí. Espero que os guste esta reseña.

Una ópera prima sorprendente

Conocido por su trabajo como reportero en Antena 3 y otros medios, Joaquín Hernández debuta en la narrativa con una novela entrañable y conmovedora. En Los secretos del olvido, encontramos una historia de vínculos familiares, música y memoria, narrada con sensibilidad y una madurez literaria poco común en una primera obra.

La trama gira en torno a Elena, una joven universitaria que decide aprender a tocar el piano como un gesto de amor hacia su abuela Manuela, enferma de alzhéimer. Lo que empieza como un reto personal pronto se convierte en un viaje emocional, donde la música será la llave para descubrir secretos del pasado.

Personajes con alma

Uno de los grandes aciertos de esta novela es la naturalidad con la que están construidos sus personajes. Elena es una protagonista que emociona por su ternura y su determinación. Matías, su profesor de piano, es un personaje lleno de matices, paciente, apasionado y entrañable.

La relación entre ambos se desarrolla con una química sutil, construida a base de silencios, notas y recuerdos. Y es esa conexión, tejida al ritmo de las partituras, lo que da fuerza al relato.

“El alzhéimer borra lo que fuimos, no lo que sentimos.”

Escenarios que despiertan los sentidos

La ambientación de la novela es otro de sus grandes encantos. Alicante, Luanco y una tercera ciudad que el lector descubrirá por sí mismo, se convierten en espacios cargados de simbolismo. Pero si hay un lugar que se queda grabado en la memoria es la “Librería de los Cinco Sentidos”, donde para elegir un libro hay que involucrar el oído, el olfato… ¡e incluso el gusto!

El viejo piano familiar, con sus teclas desgastadas y su historia oculta, también es un personaje más, cargado de emoción y memoria.

La música como lenguaje del alma

En Los secretos del olvido, la música no es solo un elemento decorativo: es el alma misma de la historia. Cada nota tocada, cada melodía reconstruida por Elena, nos conecta con un pasado lleno de emociones y preguntas.

El descubrimiento de unas cartas ocultas en el interior del piano añade un componente de misterio a la novela, creando una tensión narrativa que se sostiene con maestría hasta el final.

“Esta melodía ya no me pertenece a mí, ahora es toda tuya. Espero que cada vez que la escuches te acuerdes de […] que te enseñó que el amor no tiene doble barra final.”

Estructura y estilo: una lectura que fluye como una partitura

Hernández apuesta por una estructura no lineal, que refleja la manera en que funciona la memoria: a través de fragmentos, emociones y flashes del pasado. Este enfoque convierte al lector en parte activa del relato, invitándolo a recomponer la historia junto a los personajes.

Su prosa es lírica, pero cercana. Rica en imágenes, sin caer en excesos. El uso del lenguaje musical para describir emociones o paisajes añade un nivel de belleza y profundidad que eleva la experiencia lectora.

Una lectura que también se vive

Una de las ideas más originales del libro es su propuesta interactiva. Al adquirir la novela, el lector recibe una carta dirigida a Manuela, para ser abierta al finalizar la lectura, y un código QR que se escanea en el capítulo veinte, dando acceso a una sorpresa especial. Esta forma de vincular al lector con la historia refuerza el carácter emocional y vivencial del libro.

Sobre el autor

Joaquín Hernández (Alicante, 1984) es periodista de televisión desde hace más de una década. Ha trabajado en Antena 3, Espejo Público, Telecinco, la Agencia EFE y otros medios, además de presentar el programa cultural Proyecto Hernández. Su pasión por la música es tan intensa como la del periodismo: estudió piano en el Conservatorio de Alicante y durante años impartió clases particulares. De una de esas clases nació la semilla de Los secretos del olvido.

En resumen: una novela que se siente

Los secretos del olvido es una lectura para quienes disfrutan de las emociones auténticas, de los vínculos familiares que se resisten al olvido y de la magia que aún habita en una partitura. Es un homenaje a quienes nos enseñaron a amar cuando las palabras ya no alcanzan. Una novela que habla de lo frágil, lo invisible y lo eterno.

Si buscas una historia cálida, reflexiva, con un toque de misterio y mucho corazón, este libro será un acierto.


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