Reseña de El cuerpo de Cristo de Bea Lema

Bea Lema irrumpe en la escena del cómic con El cuerpo de Cristo (Astiberri 2024), una obra que fusiona el coming-of-age con una crítica mordaz a la educación religiosa y la hipocresía social. Con un trazo suelto y una paleta de colores expresiva, Lema nos sumerge en la historia de una niña atrapada entre la devoción inculcada y el despertar de sus propias inquietudes.

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Me ha encantado este cómic tanto por lo original de sus ilustraciones como por los temas que trata y cómo los trata.

Cuando Vera era niña, un demonio rondaba su casa y acosaba a su madre, martilleándole los nervios hasta postrarla en la cama durante días. Entre las sesiones de exorcismo con la meiga y las citas con el psiquiatra, año tras año, la superstición se desvanece para dejar paso al diagnóstico. Pero, a pesar de los malos tratos, la enfermedad y las excentricidades, el amor de una madre y su hija es más fuerte que cualquier otra cosa, sobreviviendo al paso del tiempo y las tormentas.

Esta primera novela gráfica de Bea Lema destaca por los dibujos, increíbles bordados hechos a mano por la autora y un diseño engañosamente ingenuo inspirado en los arpilleristas chilenos, y decoraciones que recuerdan a la cerámica española.

El coming-of-age y la relación madre-hija

El coming-of-age es un género narrativo que se centra en el crecimiento y maduración de un personaje, generalmente desde la infancia o adolescencia hasta la adultez. En estas historias, el protagonista suele enfrentarse a cambios personales, descubrimientos emocionales y conflictos internos o externos que marcan su evolución. En el caso de El cuerpo de Cristo, este proceso de maduración está profundamente influenciado por la educación religiosa y las contradicciones que surgen cuando la protagonista empieza a cuestionar lo que le han enseñado.

La relación madre-hija es clave en la historia. La madre actúa como un pilar de la tradición, imponiendo las creencias religiosas con una mezcla de amor y severidad. Su influencia genera en la protagonista un profundo conflicto entre el deseo de aceptación y la necesidad de independencia. A lo largo del cómic, esta relación se desarrolla con matices complejos, mostrando tanto la opresión como el vínculo afectivo que une a ambas.

Salud mental y narrativa visual

Uno de los aspectos más relevantes de la obra es su tratamiento de la salud mental. La protagonista experimenta ansiedad y angustia derivadas de la culpa y el miedo inculcados en su entorno religioso. Bea Lema retrata cómo estas emociones pueden afectar la percepción del mundo y de uno mismo, mostrando el impacto psicológico que tienen la educación dogmática y la represión de los deseos y dudas. A lo largo del cómic, se observan episodios de angustia y disociación, reforzados visualmente por un estilo gráfico que enfatiza el desconcierto y la opresión emocional.

Desde el punto de vista artístico, Lema emplea un trazo expresivo y gestual, con ilustraciones que oscilan entre lo detallado y lo esquemático según el estado emocional de la protagonista. La paleta de colores, en tonos apagados y contrastes intensos, refuerza la sensación de claustrofobia y tensión que atraviesa la obra. El uso de encuadres cerrados y deformaciones en el diseño de los personajes contribuye a transmitir la angustia psicológica de la historia.

Premio Nacional del Cómic 2024

En 2024, El cuerpo de Cristo recibió el Premio Nacional del Cómic en España, un reconocimiento que destaca la importancia de la obra dentro del panorama actual de la historieta. El jurado elogió su enfoque valiente y personal, así como su capacidad para abordar temas sensibles con una estética y narrativa innovadoras. Este premio refuerza la relevancia del cómic como medio para explorar cuestiones sociales y personales con profundidad y originalidad.

Conclusión

En definitiva, El cuerpo de Cristo es una lectura potente, que interpela tanto a quienes han vivido una educación religiosa rigurosa como a quienes buscan en el cómic un medio de expresión honesto y provocador. La exploración de la relación madre-hija, el impacto de la religión en la salud mental y la propuesta visual hacen de esta obra un referente en la historieta contemporánea. Bea Lema demuestra con esta obra un gran dominio del lenguaje gráfico y narrativo, consolidándose como una voz a seguir en el mundo del cómic.