Los pinceles borrados (Ediciones Irreverentes, 2024) de Olga Mínguez Pastor es una obra teatral que transporta al espectador a un encuentro imaginario entre dos grandes pintoras del siglo XX: Frida Kahlo y Remedios Varo. A través de un diálogo profundo y emotivo, la pieza explora no solo sus trayectorias artísticas, sino también sus conflictos personales, frustraciones y su lugar en la historia del arte.
El teatro también se lee. Y, a veces, encontramos obras que nos muestran la historia más o menos reciente o personajes con los que empatizamos, historias que vistas con los ojos del mundo actual fueron mucho más difíciles que las actuales. Olga Mínguez, a través de sus obras, nos muestra las dificultades de otros tiempos que nos dan otra visión de cómo vivían en esos tiempos pasados que, desde luego no eran mejores. Sus obras se han representado en los teatros; así Victoria viene a cenar lleva más de cuatro años representándose y la que ahora reseño, Los pinceles borrados acaba de estrenarse.
Técnica dramática
Mínguez Pastor construye una obra que se basa en un diálogo, estructurada en dos actos en la que el conflicto se va desvelando a través de la conversación entre las protagonistas. La puesta en escena es minimalista, centrándose en los personajes y sus emociones. Destaca el uso de un lenguaje ágil y natural, que respeta el carácter de ambas pintoras y mantiene un equilibrio entre lo cotidiano y lo filosófico.
El juego de los espacios y los objetos en escena (los cuadros, las sillas, la botella de tequila) cobra un fuerte simbolismo y refuerza la psicología de los personajes. Además, la autora emplea pausas y silencios estratégicos que añaden intensidad a los momentos de mayor carga emocional.
Creación de personajes
Frida Kahlo y Remedios Varo son retratadas con profundidad y autenticidad. Frida aparece como una mujer fuerte, apasionada y desafiante, que expresa su dolor físico y emocional con crudeza, pero también con ironía y humor. Remedios, en cambio, es más introspectiva, reservada y llena de dudas, lo que genera un contrapunto perfecto entre ambas.
A lo largo del diálogo, ambas mujeres se confrontan y se reflejan mutuamente, revelando sus miedos, aspiraciones y decepciones. La relación entre ellas se construye sobre un vaivén de tensiones y complicidades, lo que aporta dinamismo a la obra.
Importancia del tema
La obra aborda temas esenciales como el papel de la mujer en el arte, la lucha por el reconocimiento, la relación entre la identidad personal y la creación artística, y el peso del exilio y la enfermedad en la vida de las artistas. También reflexiona sobre la posteridad y la forma en que la historia recuerda o borra a ciertas figuras.
El título, Los pinceles borrados, alude precisamente a la injusta diferencia en el reconocimiento de ambas artistas: mientras Frida se ha convertido en un ícono global, Remedios sigue siendo menos conocida fuera de ciertos círculos especializados. La obra se convierte así en un acto de reivindicación, dándole voz a una creadora cuya obra merece mayor atención.
Conclusión
Los pinceles borrados es una obra teatral emotiva, inteligente y profundamente reflexiva. A través de un enfrentamiento dialéctico entre dos pintoras excepcionales, Olga Mínguez Pastor nos invita a cuestionar la manera en que se construye el legado artístico y la memoria cultural. Un texto imprescindible para los amantes del arte y del teatro de ideas.
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