En las últimas décadas, las películas biográficas, o biopics, han experimentado un notable auge en popularidad, tanto entre el público como en la crítica especializada. Este género, que tradicionalmente se centraba en figuras históricas prominentes y narrativas lineales, ha evolucionado para incluir perspectivas más diversas, historias menos conocidas y enfoques narrativos innovadores.


La evolución del biopic

Históricamente, los biopics se limitaban a retratar las vidas de personajes célebres, como líderes políticos, artistas icónicos o figuras religiosas. Obras como Lawrence de Arabia (1962) o Gandhi (1982) se enfocaban en la grandeza y la trascendencia de sus protagonistas. Aunque estas películas marcaron hitos en la industria cinematográfica, también perpetuaron una visión monolítica y a menudo idealizada de sus personajes.

Sin embargo, el biopic moderno ha roto con estas convenciones al centrarse en:

  1. Historias marginales: Películas como Hidden Figures (2016) y Harriet (2019) han sacado a la luz figuras históricas que habían sido invisibilizadas, ofreciendo una perspectiva más inclusiva.
  2. Narrativas fragmentadas: En lugar de seguir una cronología estricta, filmes como Steve Jobs (2015) adoptan estructuras narrativas no lineales que profundizan en momentos clave de la vida del protagonista.
  3. Humanización de los íconos: Obras como Spencer (2021) y Elvis (2022) exploran las vulnerabilidades y contradicciones de figuras públicas, alejándose de los retratos heroicos.

Diversidad como motor del cambio

Uno de los cambios más notables es la diversidad en las historias y protagonistas. El biopic moderno ha ampliado su enfoque para incluir a mujeres, personas racializadas, miembros de la comunidad LGBTQ+ y figuras de diversas culturas. Este movimiento no solo responde a una demanda social por mayor representación, sino que también enriquece las narrativas al mostrar un espectro más amplio de experiencias humanas.

Ejemplos destacados de biopics modernos

Además de los ya mencionados, el biopic moderno nos ha ofrecido una rica variedad de ejemplos:

  • The Theory of Everything (2014): Esta película explora la vida del físico Stephen Hawking, centrándose tanto en sus aportaciones científicas como en su relación con Jane Hawking, mostrando los desafíos emocionales y físicos que enfrentó.
  • Selma (2014): Retrata un momento crucial en la vida de Martin Luther King Jr., enfocándose en la marcha de Selma a Montgomery, y subrayando las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos.
  • I, Tonya (2017): Este biopic de Tonya Harding rompe con la narrativa tradicional al adoptar un enfoque casi documental y explorar la complejidad de su figura, combinando humor negro con drama.
  • Judy (2019): Renée Zellweger da vida a Judy Garland en un retrato conmovedor de los últimos años de la icónica actriz y cantante, explorando su fragilidad emocional y su legado artístico.
  • Blonde (2022): Aunque controvertido, este biopic sobre Marilyn Monroe juega con elementos de ficción y realidad para explorar las tensiones entre su vida pública y privada.
  • King Richard (2021): Cuenta la historia de Richard Williams, el padre de Venus y Serena Williams, destacando su visión y determinación para llevar a sus hijas al estrellato en el tenis mundial.
  • Oppenheimer (2023): Dirigida por Christopher Nolan, esta película profundiza en la vida de J. Robert Oppenheimer, el «padre de la bomba atómica». Con una narrativa que combina el impacto científico con dilemas éticos, el filme destaca cómo sus contribuciones moldearon el curso de la historia mientras explora las repercusiones personales y psicológicas de sus decisiones.

La complejidad narrativa como sello distintivo

Películas como Bohemian Rhapsody (2018) y Rocketman (2019) no solo celebran el talento de Freddie Mercury y Elton John, respectivamente, sino que también abordan sus luchas internas y la complejidad de sus relaciones personales. Este enfoque permite que los espectadores se conecten emocionalmente con los personajes, haciendo que las historias sean más universales.

Impacto cultural y futuro del biopic

El auge del biopic moderno está redefiniendo la forma en que entendemos la historia y sus protagonistas. Al incluir voces diversas y enfoques narrativos innovadores, estas películas no solo entretienen, sino que también educan y generan debates sobre temas sociales, culturales y políticos.

En el futuro, es probable que veamos más experimentación en este género, tanto en el contenido como en la forma. Las plataformas de streaming, por ejemplo, están impulsando biopics en formato de miniseries, lo que permite una exploración más detallada de las vidas y contextos de los personajes.

El biopic moderno no solo está cambiando cómo contamos historias, sino también quiénes tienen el privilegio de ser contados. Este enfoque más inclusivo y complejo promete seguir capturando la imaginación del público y redefiniendo el cine contemporáneo.


Descubre más desde El baúl de Xandris

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.