«El juego del calamar» es una serie surcoreana lanzada por Netflix en septiembre de 2021, dirigida y creada por Hwang Dong-hyuk . En poco tiempo, la serie se convirtió en un fenómeno mundial, alcanzando la posición de ser uno de los contenidos más vistos en la historia de la plataforma. La serie destaca por su mezcla de crítica social, tensión psicológica y una estética única que combina lo infantil con lo mortal.


Esta serie, diferente en muchos sentidos de las americanas, realiza una fuerte crítica social y ese ha sido uno de los factores que me atrajo sobre ella pues habla, principalmente, de la pérdida de valores y de qué es capaz uno por dinero o, peor todavía, por poder. Es una serie brutal en muchos aspectos.

Trama

La serie gira en torno a un grupo de personas desesperadas que, debido a sus dificultades financieras, son invitadas a participar en una serie de juegos mortales con la promesa de ganar una fortuna multimillonaria. El título de la serie hace referencia a un popular juego infantil en Corea del Sur, conocido como «El juego del calamar», que sirve como la última y decisiva prueba en la serie.

Los participantes deben competir en versiones mortales de juegos infantiles tradicionales, como «Luz roja, luz verde» y «Canicas». Si pierden, mueren. El ganador final se lleva un premio de 45.600 millones de wones (aproximadamente 32,57 millones de euros) . A medida que avanza la serie, se revela que estos juegos son organizados por una élite de personas extremadamente ricas que disfrutan del espectáculo sangriento que resulta de la desesperación humana.

Personajes principales

  • Seong Gi-hun (interpretado por Lee Jung-jae) es un hombre endeudado y en crisis que, a pesar de sus defectos, tiene un fuerte sentido de la moral. Es el protagonista de la serie y participa en los juegos para poder saldar sus deudas y ganar una vida mejor para su hija.
  • Cho Sang-woo (interpretado por Park Hae-soo) es amigo de la infancia de Gi-hun, quien, a pesar de ser un exitoso financiero, también se encuentra en una situación desesperada por sus deudas. Sang-woo es un personaje complejo, atrapado entre su necesidad de sobrevivir y su propia ambición.
  • Kang Sae-byeok (interpretada por Jung Ho-yeon) es una desertora norcoreana que se une a los juegos con la esperanza de poder llevar a su hermano menor a una vida mejor. Su dureza exterior contrasta con su vulnerabilidad interna.
  • Oh Il-nam (interpretado por O Yeong-su) es el jugador más anciano del grupo, que se enfrenta a los juegos con una mezcla de resignación y sabiduría. Su papel resulta crucial para la trama de la serie.
  • Hwang Jun-ho (interpretado por Wi Ha-joon) es un oficial de policía que se infiltra en los juegos buscando a su hermano desaparecido. Su historia corre paralela a la de los jugadores, ofreciendo una mirada externa al brutal sistema que sostiene el concurso.

Temáticas y Crítica Social

«El juego del Calamar» aborda temas profundos relacionados con la desigualdad económica, la desesperación y la naturaleza humana. La serie ofrece una dura crítica al capitalismo y la sociedad contemporánea surcoreana, en la que muchas personas se sienten atrapadas por deudas abrumadoras y un sistema que parece estar diseñado para mantener a las clases más bajas en una lucha constante.

Un aspecto clave de «El juego del Calamar« es la reflexión sobre la moralidad humana. La serie utiliza los juegos mortales como una alegoría de la lucha por la supervivencia en la sociedad moderna, donde las personas compiten por recursos limitados y se enfrentan a decisiones que ponen a prueba su ética y valores. Cada juego obliga a los participantes a tomar decisiones que, en última instancia, revelan su verdadera naturaleza.

Los juegos son, en sí mismos, una crítica a cómo la sociedad capitalista fuerza a los individuos a competir en un sistema despiadado. El juego de las canicas es un ejemplo claro de esto: los jugadores deben traicionar a sus compañeros, personas con las que han establecido vínculos emocionales, para seguir con vida. Esto refleja cómo, en situaciones extremas, las personas pueden ser llevadas a sacrificar la moralidad por la supervivencia.

La lucha interna de personajes como Seong Gi-hun y Cho Sang-woo es un reflejo del conflicto entre la supervivencia individual y el cuidado por el prójimo. Mientras Sang-woo está dispuesto a cualquier cosa para ganar, Gi-hun lucha con la idea de conservar su humanidad, aun cuando sus acciones puedan costarle la vida.

Los juegos mortales son una representación extrema de cómo las personas se ven obligadas a competir entre sí por la supervivencia en un sistema económico injusto. La serie también explora la deshumanización de los más desfavorecidos y cómo la riqueza extrema puede corromper a las personas, haciéndolas insensibles al sufrimiento ajeno.

Un tema central que emerge a lo largo de la serie es la psicología del poder. Los organizadores de los juegos, conocidos como los VIPs , representan una clase dominante que observa el sufrimiento de los participantes como si se tratara de un espectáculo lujoso. Estos personajes están completamente desvinculados de la realidad de los más pobres, lo que refleja la creciente desconexión entre las clases altas y bajas en el mundo real.

La representación de una élite que deshumaniza a los pobres para su entretenimiento toca un nervio sensible, especialmente en un mundo donde las brechas de riqueza y poder son cada vez más evidentes. La serie critica cómo el poder y el dinero pueden convertir a los seres humanos en meros peones, despojándolos de su dignidad y convirtiendo su sufrimiento en un entretenimiento para los más ricos.

Este comentario sobre la desigualdad de poder y la alienación de las élites es uno de los puntos más poderosos de la serie, y es una de las razones por las que «El juego del calamar» ha resonado con audiencias de todo el mundo.

Influencias Culturales y Referencias

«El juego del calamar» toma inspiración de diversos elementos de la cultura popular y la historia de Corea del Sur. Los juegos infantiles que aparecen en la serie, como «Luz roja, luz verde» y «El juego del calamar», no solo son reconocibles para el público surcoreano, sino que evocan una profunda nostalgia por la inocencia perdida. Sin embargo, esos mismos juegos se transforman en pruebas mortales, subvirtiendo la seguridad que normalmente se asocia con la infancia.

La serie también ha sido comparada con otras obras de la cultura pop como «Battle royale» o «Los Juegos del hambre», donde los personajes deben enfrentarse a una competencia mortal impuesta por una entidad superior. A pesar de estas similitudes, «El juego del calamar» se distingue por su enfoque en las consecuencias sociales del capitalismo y las desigualdades económicas que moldean las vidas de los personajes.

Además, la serie aborda temas relacionados con la historia contemporánea de Corea del Sur, especialmente en lo que respeta a la presión económica y la creciente disparidad entre las clases sociales. Esto resuena con un público global que también está lidiando con los efectos de las desigualdades económicas.

Estilo visual

Una de las características más destacadas de «El Juego del Calamar» es su estética visual. Los escenarios donde se llevan a cabo los juegos están diseñados de manera colorida, casi infantil, lo que contrasta de forma brutal con la violencia que ocurre en ellos. Los trajes de los guardias, con máscaras y monos rojos, se han convertido en iconos de la cultura pop, al igual que las enigmáticas formas geométricas que los clasifican (círculos, triángulos y cuadrados).

La serie utiliza estos elementos visuales para crear una sensación de disonancia: los entornos de juego coloridos y ordenados contrastan con la brutalidad del juego, lo que acentúa la idea de que la vida y la muerte se convierten en un espectáculo vacío para los organizadores.

Impacto Global

«El juego del calamar» rompió récords de audiencia global, atrayendo a millones de espectadores de todo el mundo y generando una enorme discusión en redes sociales. La serie no solo conquistó a los espectadores por su trama y personajes, sino también por sus temas profundos y por su capacidad para conectarse con un público global, reflejando problemas que resuenan más allá de Corea del Sur.

El fenómeno fue tal que se convirtió en un referente de la cultura popular, influyendo en todo, desde memes hasta disfraces de Halloween, y sirviendo como base para debates académicos sobre el capitalismo y la lucha de clases.

Reparto y producción

El elenco de la serie está compuesto por actores reconocidos en Corea del Sur, como Lee Jung-jae , Park Hae-soo y Jung Ho-yeon , quien, tras la serie, alcanzó fama internacional. La producción de la serie fue extensa y ambiciosa, con un presupuesto considerable para recrear los entornos visuales únicos.

Hwang Dong-hyuk , el creador de la serie, mencionó que había concebido la idea de «El juego del calamar» varios años antes, pero que no fue hasta que la situación económica y social de Corea del Sur empeoró cuando el proyecto fue aprobado. ya que resonaba con las ansiedades contemporáneas sobre la deuda y la pobreza.

El futuro de la serie

Tras el éxito arrollador de la primera temporada, Netflix anunció que habría una segunda temporada (que se estrena próximamente) que seguirá explorando los temas de poder, control y las ramificaciones de los juegos. Los seguidores esperan con ansias ver cómo continuará la historia de Gi-hun, quien al final de la primera temporada decide no huir con el premio, sino buscar respuestas sobre los organizadores del juego.

Conclusión

«El juego del calamar» es más que un thriller violento. Su éxito se debe en parte a su capacidad para reflejar los problemas económicos y sociales que afectan a personas de todo el mundo. A través de sus personajes multidimensionales, una trama tensa y un estilo visual impactante, la serie invita a los espectadores a reflexionar sobre las desigualdades de la sociedad moderna y el precio que las personas están dispuestas a pagar por la supervivencia.


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