La primera vez que me encontré con una obra de Iván Ledesma fue a través de «A ambos lados del espejo» (Obscura, 2024) pues lo conocí durante el Celsius 232 de este año, y puedo afirmar que no será la última.
Esta novela corta es tan absorbente que se lee de una sola vez, ideal para una tarde relajada. A pesar de su lectura ágil y su estilo sencillo, está lejos de ser una obra superficial (de todas formas no creo que sea necesario que el estilo sea complicado para que el texto sea más trascendente) pues ofrece mensajes profundos que requieren atención y suscitan reflexiones significativas.
La protagonista, Alicia, está atrapada en una relación tóxica con Roger. La trama comienza de manera impactante: tras una brutal agresión, Alicia se defiende y apuñala a Roger diecisiete veces. Con el cuerpo cubierto de sangre, se entrega a la policía. Aquí podría haber terminado la historia, pero un personaje misterioso y un espejo introducen un elemento fantástico que la transforma.
El título hace un guiño a «Alicia a través del espejo» de Lewis Carroll, aunque las similitudes se limitan a referencias sutiles. La narrativa se adentra en el thriller con una investigación policial y personajes engañosos. Sin embargo, el verdadero interés de «A ambos lados del espejo» radica en su exploración de realidades paralelas y alternativas.
Lo que parece la historia de una víctima de violencia doméstica se convierte en una reflexión sobre las múltiples posibilidades de la vida y cómo nuestras decisiones definen identidad y relaciones. Ledesma presenta estas ideas de manera ingeniosa, usando un recurso narrativo que actúa como un espejo, mostrando dos caras de la misma historia. La novela juega con la percepción de los personajes y sus reflejos, creando un efecto de múltiples realidades, como en un espejo roto.
La historia también hace reflexionar sobre la identidad y el cambio. Algunos personajes de esta novela son tan diferentes de sus reflejos que una se pregunta si las circunstancias y las elecciones pueden transformar tanto a una persona. Personalmente, prefiero pensar que sí, pues cada elección puede cambiar tu vida.
«A ambos lados del espejo» es corta pero intensa. Es una crítica a todas las formas de abuso y toxicidad en las relaciones. Su estructura de espejos ofrece al lector diferentes versiones de una misma historia, como líneas temporales que se cruzan con resultados inesperados. Además de entretener, invita a la reflexión, algo que siempre he valorado en la literatura.
Iván Ledesma aborda los abusos en las relaciones humanas y el dolor de las oportunidades perdidas, mientras ofrece una feroz crítica a la violencia de género. La novela, con una impactante portada de David Rendo, se suma a la rica tradición de historias de mundos paralelos.
La agilidad narrativa de Ledesma y su capacidad para mantener la tensión constante sugieren que esta novela sería perfecta para una adaptación cinematográfica; los diálogos agudos y el ritmo sostenido se asemejan más a un guion que a una novela convencional, lo que la convierte en una lectura compulsiva y adictiva, algo lógico considerando que el autor también es guionista.
El enfoque en la violencia de género distingue a «A ambos lados del espejo» de otras historias de realidades paralelas. La lucha de Alicia por entender su situación nos lleva a través de una mezcla de realidad y fantasía, enfrentándose al lado más oscuro de la naturaleza humana. La conclusión de esta historia de empoderamiento ofrece una revelación impactante y significativa.
Iván Ledesma (Barcelona, 1977) es autor de libros infantiles (como la serie Diario de Dan) y lleva más de veinte años ejerciendo como escritor y guionista y dedicándose al trabajo creativo para todo tipo de medios. Responsable del guion de la novela gráfica La vampira de Barcelona, y con varias novelas en su bibliografía, como Negorith, 184, El rito circular, Negorith 2: Sueños y pesadillas, Ante dioses indiferentes…
Ledesma es así mismo propietario de una pequeña empresa de proyectos audiovisuales que trabaja para productoras y televisiones, ha escrito películas (Xtremo para Netflix, o Estación Rocafort) y ha impartido cursos y talleres de guion y de análisis de guion. Además, ha compuesto la banda sonora para varias series de TV y ha editado más de una docena de discos con diversos grupos.
Descubre más desde El baúl de Xandris
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
