El eco del terror: La noche de Venus, de Rubén Sánchez Trigos

La Noche de Venus (Pazuzu-Plan B, 2024), de Rubén Sánchez Trigos, es una novela que destaca por la capacidad del autor para evocar un miedo profundo en el lector. Desde las primeras páginas, la novela comienza a plantar las semillas de una inquietud creciente, que se manifiesta como una sensación familiar, pero renovada, de terror. Es un tipo de horror que se despliega de manera sutil y envolvente, un eco de miedos reconocibles que se van instalando en la mente del lector a medida que avanza la trama.

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La noche de Venus recupera esa idea, que ya han plasmado otros autores como María Zaragoza en su último libro de relatos El infierno es una chica adolescente o Laura Fernández con su novela La chica zombie, el terror en la adolescencia, esa etapa tan difícil por la que muchos hemos transitado. Pero crecemos y al hacerlo recordamos lo bueno y olvidamos lo mal que en realidad lo pasábamos. Losm recuerdos suelen estar adulterados.

La historia gira en torno a Raúl, quien se reencuentra con un grupo de amigos de la adolescencia en un campamento de verano. La excusa es simple: recordar los viejos tiempos. Pero lo que podría haber sido un simple ejercicio de nostalgia pronto se convierte en algo más siniestro. A través de los ojos de Raúl, narrador en primera persona, el lector se sumerge en las emociones y recuerdos difusos que resurgen en esa reunión, y que poco a poco van revelando la verdadera naturaleza de los acontecimientos.

La novela es un ejercicio de reflexión sobre el paso del tiempo, los amores adolescentes, la pérdida de la inocencia, y la crueldad inherente al ser humano. A medida que la historia avanza, el autor, a través del narrador en primera persona, para teje una red de percepciones contaminadas y engañosas, que poco a poco se revelan como un preludio del horror que se ve venir.

La noche de Venus es, en muchos aspectos, una historia de horror psicológico que utiliza el pasado como catalizador del miedo. Raúl, al reencontrarse con Arantxa, su primer amor de adolescencia marcado por cicatrices físicas y emocionales, comienza a desenterrar recuerdos que tal vez hubiera preferido dejar en el olvido. El autor juega con la memoria del protagonista y, por ende, con la del lector, desdibujando los límites entre lo real y lo imaginado, lo vivido y lo reprimido.

La novela destaca especialmente por su capacidad de generar empatía hacia Raúl, lo que hace que, cuando el horror finalmente muestra su cara, el impacto sea demoledor. Los últimos capítulos son un descenso vertiginoso a un infierno personal, donde las revelaciones son tan escalofriantes como inevitables. Rubén Sánchez Trigos maneja el ritmo de manera magistral, utilizando el diálogo y capítulos cortos, y atrapa al lector en una espiral de tensión que no se suelta hasta la última página.

La noche de Venus no es solo una historia de terror; es una reflexión sobre cómo el pasado puede convertirse en una trampa mortal, un monstruo que acecha en los rincones más oscuros de nuestra memoria. Rubén Sánchez Trigos ha conseguido crear una obra que, aunque se apoya en elementos reconocibles del género, aporta una frescura inquietante gracias a su estilo narrativo y a su enfoque en las emociones y recuerdos del protagonista.

Es una novela que deja huella, que se queda en la mente del lector mucho después de haber terminado. Un debut impecable para el nuevo sello Pazuzu de Dolmen. Para los amantes del terror, La noche de Venus es una lectura obligada, una obra que logra que el lector no solo vea el horror, sino que lo sienta en lo más profundo de su ser.

Rubén Sánchez Trigos (Madrid, 1979) es Doctor en Comunicación Audiovisual con una tesis sobre el cine de zombis español, profesor universitario, escritor y guionista.

Especializado en ficción fantástica española, ha dedicado artículos a este tema en revistas como Brumal, Pasavento o Science Fiction Studies y en libros como Historia de lo fantástico en la cultura española (Iberoamericana, 2017), Historia de la ciencia ficción en la cultura española (Iberoamericana, 2018) o Cine fantástico y de terror español (T&B, 2016). Es autor del ensayo La orgía de los muertos. Historia del cine de zombis español (Shangrilá, 2019).

Su producción de ficción también se encuadra en el terror y el fantástico. Ha publicado las novelas Los huéspedes (Finalista del Premio Drakul de Novela), Bajo el barro (Planeta) y La noche de Venus (Pazuzu-Plan B). Sus cuentos se han recogido en antologías como Retrofuturismos o 201 entre otras. Es co-guionista del largometraje Viejos. También es guionista de los cortos Cambio de turno (2006), Cuestión de actitud (2008), El intruso (2005), nominado al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción, y La luz . Entre otros proyectos audiovisuales, ha trabajado en el guion de Verónica (Paco Plaza, 2017) y como creador de personajes en el videojuego A Place For the Unwilling.

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