En esta ocasión os voy
a hablar de uno de mis eventos favoritos, el realizado por Libros 28, sita en San Vicente del Raspeig (Alicante). No es una librería,
como ya comenté en otro post, sólo para comprar libros, pues en un día normal
te puedes quedar a charlar sin problemas con la propietaria Rosa, que a pesar de que esté saturada por el trabajo, te dedica su tiempo, te aconseja y, lo más principal, no te agobia. Pero además tiene varios clubs de lectura, en castellano, valenciano, para niños, etc. Y por si fuera poco realiza este evento, protagonizado por un escritor que es el que habla de su libro, y por su
presentador, otro escritor, generalmente, Luis Leante.

Pues bien el pasado 23 de septiembre, acudí nuevamente a su Café con Letras, donde ya estaba preparada la mesita con el café y unas golosinas y donde acudimos varios de los asistentes al club de lectura al que pertenezco que ya nos habíamos leído el libro del que se iba a hablar. Como siempre la charla muy interesante, pues Luis Leante, debido, creo yo, a su cualidad de escritor, hace preguntas que te iluminan sobre algunos temas que, a veces, mientras lees, los obvias, pero que sin embargo iluminan el texto leído, como puede ser el tono en el que está escrito y la atmósfera que trasluce.

El autor al que se dedicaba tal evento, David de Juan Marcos, hablaba de su segunda novela “La mejor de las vidas”, de la que a continuación os dejaré la sinopsis, obra con un estilo narrativo diferente, poético, con frases contundentes, pero sin diálogos, que es lo que yo eché de menos, por momentos lenta, y luego arrasadora, con personajes masculinos muy bien desarrollados e interesantes, si bien a mi entender faltaba el mismo desarrollo con respecto a los femeninos. Sin embargo, es una buena historia, que sin duda, se comprende y se valora más después de haber oído a su creador y sus respuestas a las certeras preguntas de sus interlocutores.

Sinopsis:

«La verdad es que no tengo mucho que contarte. Llegaste tarde. Paseabas con tu bicicleta holandesa a un lado. Tus tacones golpeaban el suelo como gorriones suicidándose contra la ventana. Me sonreíste con media boca. No lo olvidaré. En tu boca lo imposible tenía razones para existir. Agachaste con cierto rubor la cabeza. Tuve el preámbulo de una lucidez: ya no estaba solo en aquella tierra extraña».
Nico se ha ido a estudiar a Cambridge para escapar de una dolorosa situación familiar. Allí conoce a Pierre, un parisino admirable miembro del equipo de remo de la universidad, y a Ella, una danesa inquietante y hermosa que custodia un secreto que cambiará la vida de los tres.
En un recorrido emocional por Roma, Ámsterdam, París y el continente africano, se revelarán las cargas y grilletes afectivos que arrastran Nico, Pierre y Ella. Un peso que sin embargo no les impide encontrar aliento e ilusión para ser fieles a sí mismos. A través de una sola voz y de un solo oyente, el lector se convertirá en espía de las bondades y miserias de estos jóvenes que soñaban con cambiar el mundo.
Con un estilo sencillo y rebosante de imágenes líricas, David de Juan analiza el lastre que supone la ausencia del ser querido, la inexplicable fuerza de la maternidad, y las enmarañadas relaciones familiares en las que nadie llega a la vez al mismo sitio. La mejor de las vidas es una exaltación de la juventud, el presente y la amistad.
«Qué gran milagro. La vida es algo de lo más extraño, no te parece. Crece hasta en los riscos más oscuros y escarpados. Todo es un milagro».
       Pero, sin lugar a dudas, siendo el encuentro con el autor algo genial, no es nada comparado con lo que sucede después, ya que una vez ha terminado el evento hay una pequeña cena, a la que tuve el honor y el placer de asistir, que además del autor al que se dedica el Café, cuenta con la presencia de otros escritores habituales a estos eventos y por supuesto con la presencia de la propietaria de “la mejor
librería al sur de Europa”, así como de habituales al club de lectura. La charla es amena y divertida, uno de esos momentos que forman parte, con el tiempo, de los buenos recuerdos. Entre estos escritores a los que he ido conociendo, ydesde luego leyendo se encuentra Luis Leante, autor tanto de novela adulta como juvenil y con varios premios en su haber. El que acabo de leer “Mira si yo te querré”, fue premio Alfaguara 2007, y me ha gustado. No aburre, trata de una época no muy conocida actualmente como era la situación del Sahara, última colonia española, la situación de los saharauis, y, desde luego, los legionarios; todo ello a través de la mirada de una mujer española, doctora, que se traslada a ese país en una búsqueda personal de su propia identidad.
                            Sinopsis: 

El hallazgo inesperado de una vieja fotografía hará que Montse Cambra, una doctora de cuarenta y cuatro años, abandone su Barcelona natal para partir en busca de su primer amor. Su viaje la llevará hasta el Sahara, donde el instinto de supervivencia y las ganas de vivir de un pueblo olvidado marcarán su destino para siempre. “Mira si yo te querré” es una historia de amor que se alarga en el tiempo, el retrato de dos épocas y de dos culturas unidas por un secreto, la aventura de una mujer que se redescubre en la soledad del desierto.
Otro de los autores que asiste a tales eventos y del que he tenido el placer de leer sus «Relatos Americanos» es Saljo Bellver. Catorce relatos que rinden culto a lo mejor del cuento norteamericano: Sherwood Anderson, Hemingway, Raymond Carver, Tobias Wolf, Bukowski… Relatos en los que, como afirmaba Hemingway, lo esencial no es lo que se cuenta, sino lo que el cuento esconde, lo que se sobrentiende, lo que está implícito, lo que sugiere.

Estos relatos me han encantado y no lo digo porque conozca a Saljo, sino que a pesar que el relato en general me parece corto y deja sin desarrollar personajes tal y como ocurre en la novela, en el presente caso no es así y esa es la virtuosidad de este escritor, que con la elección del lenguaje y desde luego con la complicidad del lector, se produce una simbiosis en las que unas pocas frases desarrollan una historia compleja, con finales que te impactan.


Y, por último y no menos importante, se encuentra otro de los escritores asistentes, Raúl Jiménez que junto a Rodrigo Garcia, ha publicado un libro extraño pero con indudable interés, ya que a mi criterio es una mezcla de microrrelatos, greguerías y frases infantiles pero llenas de sentido, que ofrecen un chorro de agua fresca y original en el mercado editorial. Me lo pasé genial leyéndolo y reencontrándome con mi propia infancia.

Sinopsis: «Sin manos es un entramado de microhistorias que giran alrededor de la familia. Es un libro sobre niños astronauta, padres imaginarios y superhéroes con ciática. Sin manos parece un libro, pero es en realidad un pasadizo que te lleva de vuelta a la infancia. El primer amor, los primeros miedos, la complicidad y los celos entre hermanos. Sus personajes son algo locos e imprevisibles, pero muy divertidos y fascinantes, y todas las historias están contadas con  la inocencia y el desparpajo que solo tienen hoy los niños y los viejos. Revive en estas páginas la espontaneidad, la fiebre, las luces y las sombras de la niñez. »

Así que, como podéis comprender, disfruto mucho de «Café con Letras».

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