El cómic Lorca, un poeta en Nueva York, publicado por Panini España en 2017, es una recreación gráfica de uno de los episodios más trascendentales en la vida y en la obra de Federico García Lorca: su estancia en Nueva York entre 1929 y 1930, periodo del que surgió el poemario Poeta en Nueva York. Carlos Esquembre, dibujante e historietista, afronta la difícil tarea de traducir a imágenes la potencia lírica y simbólica de un poeta que llevó al límite las palabras.
La narración sigue los pasos de Lorca en su viaje a la metrópolis norteamericana. El autor nos muestra a un Lorca que abandona España en un momento de crisis personal, marcado por el desengaño, el sentimiento de desarraigo y su conflictiva relación con la sociedad de su tiempo, especialmente por la censura moral hacia su homosexualidad. Nueva York aparece como un escenario deslumbrante y opresivo a la vez: una ciudad de rascacielos, luces y multitudes, pero también un lugar de soledad y alienación.
El cómic se articula en episodios que intercalan momentos biográficos con fragmentos poéticos, convirtiendo la propia experiencia vital del poeta en un flujo continuo entre lo real y lo onírico. Así, asistimos tanto a escenas cotidianas —la llegada a la universidad de Columbia, paseos por Harlem, la contemplación del crack del 29— como a visiones interiores cargadas de simbolismo.
Estilo gráfico
Esquembre utiliza un estilo expresionista, con un trazo que se adapta al ritmo emocional del relato. La ciudad de Nueva York se dibuja con un tono sombrío, casi claustrofóbico, frente a los pasajes más íntimos en los que aparecen metáforas visuales que evocan directamente la imaginería lorquiana: cuerpos desgarrados, figuras animales, símbolos religiosos y sexuales. El blanco y negro dominante, con algún uso puntual del color, contribuye a reflejar la tensión entre la vida y la muerte, lo humano y lo mecánico, lo erótico y lo prohibido.
Temas principales
El cómic dialoga con los grandes temas que atravesaron tanto la vida como la poesía de Lorca en este periodo:
- La soledad y el exilio interior, intensificados por la inmensidad de la urbe.
- La denuncia social, en especial contra el capitalismo voraz y la marginación racial que Lorca observó en Harlem.
- La sexualidad y la represión, vividas con angustia y deseo a la vez.
- La creación poética como vía de supervivencia, donde la visión artística transforma la experiencia dolorosa en un legado estético.
Valoración
Lorca, un poeta en Nueva York es una obra que consigue transmitir la densidad emocional y simbólica de un momento crucial en la vida del poeta. No es un cómic biográfico al uso, ni pretende ser una reconstrucción histórica detallada: es más bien un viaje interior, una reinterpretación visual de Poeta en Nueva York y del propio Lorca como figura mítica.
Carlos Esquembre logra un equilibrio entre lo documental y lo poético, ofreciendo al lector una experiencia inmersiva que dialoga con los textos lorquianos sin caer en la mera ilustración literal. Se trata de un cómic que puede resultar exigente, pues obliga a leer entre líneas y a sumergirse en imágenes de fuerte carga simbólica, pero que recompensa con una aproximación única al universo lorquiano.
Conclusión
Con Lorca en Nueva York, Carlos Esquembre demuestra que el cómic es un medio idóneo para explorar no solo historias narrativas, sino también universos poéticos. La obra ofrece un retrato íntimo, oscuro y luminoso a la vez, de un Lorca en tránsito: el hombre que viajó a Nueva York y regresó con una voz renovada, más universal y desgarrada, que marcaría para siempre la poesía del siglo XX.
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